domingo, 10 de octubre de 2010

El Convento de San Antonio - La Cabrera


Se parte de la Plaza de la Concepción del pueblo de La Cabrera  en dirección oeste, donde existe una fuente. En el primer cruce se toma la calle a la derecha y enseguida la primera a la izquierda. Al acabarse el asfalto se entra de frente en un amplio camino de tierra que apunta directo hacia el collado. Se pasa por el cementerio que queda a mano derecha  (1 km y 15 minutos).

En una bifurcación se sigue de frente (a la derecha se sube hacia el collado de El Afrecho entre algunos chalets construidos a media ladera) y en suave subida rodeados de bolos graníticos y jaras pringosas llegamos al convento de San Antonio  (2 km y 40 minutos). Este convento, tras muchos años en ruinas, vuelve a funcionar como casa de recogimiento, oración y retiro de la comunidad franciscana. El convento es una isla de vegetación en medio de las laderas de La Cabrera, dominada por los jarales.


El camino continua a la izquierda de la puerta de acceso al convento y sigue la ascensión por un sendero estrecho hasta el collado que separa el Cancho de la Cabeza al sur, de la Sierra de la Cabrera al norte. (2,5 km y 1 hora). Se descienden unos metros por la otra vertiente y enseguida, entre las jaras, se gira hacia el sur hasta el Cancho de la Cabeza. Cuando se comience a ganar altura, buscar el paso por la parte este del cerro, más accesible.


Existe una pequeña vaguada entre las dos cumbres del cerro, y es por ahí por donde se debe ascender. En este lugar existen los restos de un poblado que se cree prerromano o visigodo  (3 km y 1 hora y 30 minutos), dominando la llanura de la dehesa de Roblellano. Los restos que quedan son unas ruinas de casas semicirculares, un aljibe y una cerca o muralla que rodeaba el perímetro. Se puede visualizar muy bien desde las alturas circundantes.

Para descender al llano, hacia La Cabrera, se debe hacer por la parte oriental del cerro, volviendo a la vaguada, entre rocas, praderas y matorral, sin camino marcado. Se desciende rápidamente, con grandes rocas a mano izquierda y buscando el mejor camino por las praderas y evitando las rocas verticales.

Al llegar al llano  (3,5 km y 1 hora y 50 minutos) se hace más claro el matorral y se alcanza una senda bien marcada que lleva hasta las lagunas de Matatorejo, cercadas por una tapia. Estas lagunas son estacionales, apareciendo en época de lluvias y secándose en verano o sequías. Están situadas dentro de la dehesa de Roblellano (no son las únicas del término de La Cabrera, pues existen varias más, como la de El carrizal, en la carretera que lleva a Valdemanco, situada al lado de una cantera y que posee ejemplares tan valiosos como la ranita de San Antonio.


Tras visitar las lagunas, se bordean, se vuelve a saltar el murete por el otro lado y sin pérdida, en dirección este, llegamos al punto de partida  (6 km y 2 horas y 30 minutos).


Si no saltamos la tapia que rodea la dehesa y la bordeamos por la derecha se llega a la carretera que va desde La Cabrera a Valdemanco (4,5 km y 2 horas). En ella se toma a la izquierda y en unos 300 metros, en el mojón 1,9 km, a mano derecha, existe una necrópolis cristiano-medieval con 10 tumbas que se puede visitar dejando cerrada siempre la puerta de acceso. Se vuelve a La Cabrera por la carretera (precaución).

Tipo de ruta: Circular.
Dificultad: Media, por tener algún tramo entre bloques de rocas.
Longitud: 6,5 km
Duración aproximada: 2 horas y 30 minutos
Desnivel: 1.000 - 1.228 metros.


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